El podcast es fabuloso para contar lo que no cuentan otros medios. Como todo lo digital, da lugar a otras voces e historias. Y contar una historia como Intoxicado es algo que el periodismo argentino necesitaba pero no estaba enterado.
👆En cada (🎵) arriba, está la canción correspondiente.
👉Tras escuchar el podcast me puse a reescuchar la obra musical del Pity, desde el primer disco de Viejas Locas a El exilio de las especies de Intoxicados. Te dejo una playlist que armé: sirve para conocer su música si no sabés quién es y si te gusta lo que hacía es alto viaje. Se puede escuchar y seguir por acá.
Lo artesanal (🎵)
En cuanto a la investigación, a lo periodístico, así vamos acotando un poco el campo y este texto, en podcast se están contando varias de las historias más interesantes de hoy. Historias reales investigadas en profundidad, con tiempo, dedicación y oficio: "el periodismo es un oficio" puede sonar a frase vieja, dicha por un dinosaurio nostálgico, pero en definitiva tiene mucho de eso. Un oficio es tiempo, es conocer el paño, es experiencia aprendida a pasitos, fijada, cementada.
Pity Álvarez es uno de los músicos más importantes de las décadas del 90 y 2000 pero siempre tuvo un estigma: primero encasillado como rockero stone, luego barrial, devenido en roto y fisura que fue empeorando sus consumos de drogas mientras dejaba algunas de las mejores canciones que se hicieron en este siglo en el país. Pero un día Pity mató a un tipo y acá estamos: con un podcast único que cuenta su vida, su obra, su gloria y caída, su triste final si bien sigue vivo.
Espero que la vida (🎵)
Intoxicado: el caso de Pity Álvarez recorre parte de la historia reciente del sur de la ciudad de Buenos Aires, para entender a un personaje que la pasó como el culo (pardon my french), y cuenta en seis episodios una vida durísima con la excusa de desentrañar qué pasó esa noche, en un pequeño y decisivo momento: cuando Pity mató. En el podcast se reconstruye el caso, conocemos a la familia del otro Cristian (el muerto se llamaba igual que el asesino) y, con entrevistas a gente que trabajó con el Pity, también entendemos qué pasó en distintos momentos de su vida, el tratar con la fama, sus adicciones y su búsqueda artística.
La narración del actor Diego Alonso, en un podcast mayormente para público argentino (a ver si es este el que rompe el techo de cristal), tiene el tono perfecto: es pausada, tranquila, nos va llevando con su timbre y su cadencia por una historia compleja, con crudezas varias y momentos difíciles. La de Pity fue en definitiva una vida triste y aquí sin morbo ni golpes bajos la conocemos completa.
¿Quieren Rock? (🎵)
Respecto a lo musical, hay dos cuestiones que saltan al oído en la escucha (sin spoilers). Por un lado, una explicación necesaria si no escuchaste otros podcasts musicales: salvo en contados casos (en que la banda o la discográfica produjo el programa) no es posible contar con las canciones originales de los artistas en un podcast, por cuestiones muy complejas de derechos. Es una pena que ojalá alguna vez se resuelva. No puede ser que la gran plataforma de música y podcasts no tenga encaminado esto, sería hermoso contar con una versión de Intoxicado en el que escuchemos Homero, Casi sin pensar o Señor Kiosquero cuando la historia lo requiera.
El otro aspecto musical fundamental de este podcast es cómo resolvieron el tema: en pocas palabras puedo decir de forma espectacular. Pero vamos a fundamentar: durante todo el podcast, en cada momento tenso, en cada escena y entrevista, con distintos tonos y ritmos está presente una música abstracta, climática, que nos va llevando y siempre nos tiene dentro del relato. Combina muy bien con la voz del narrador sin ser la elección músical obvia o un lugar común sonoro. Por otro lado, hay una cortina principal (o sintonía, como dicen en España) que tiene aires homéricos: es todo lo que se puede parecer a la clásica canción de Viejas Locas sin estar en offside con los derechos y se queda pegada, nos remite, nos lleva auditivamente ahí. Logradísima.
Las cosas que no se tocan (🎵)
Durante los seis episodios del podcast pasamos por distintos momentos y texturas sonoras: hay llamadas a la policía, escuchamos entrevistas a familiares del Cristian asesinado, pasan audios de archivo del Pity en distintas entrevistas, también se escucha la escena en la que frente a cámaras y periodistas se fue a entregar. Lejos de los spoilers salvajes de otras reseñas, esta historia arranca por un final conocido (Pity mató y fue preso) para desentrañar todo el recorrido hasta ese momento pero también para entenderlo. Cómo ese músico tan querido, artista único adorado por Calamaro, Spineta o Juanse (tan variada su llegada), incomprendido cuando a fans rolingas les fue tirando reggae y hip hop (en ese género adelantado veinte años), y especialmente el recorrido por las drogas, la violencia y la oscuridad que vivió el Pity.
No sabemos por qué lo juzgamos al Pity como lo juzgamos, por qué algunas de las preguntas del episodio final no tienen respuesta pero sí sabemos tras escuchar este podcast cómo pasó todo. Y nos queda picando que las políticas de drogas y de salud mental actuales no sirven para ayudar a muchísima gente, en este país ni en otros, y tenemos que empezar a revisarlas con urgencia: porque se muere gente y porque, entre otros, no encuentran ayuda artistas únicos. Y sin el arte estamos en el horno.
Está saliendo el sol (🎵)
Es un año complejo para el podcast, así como para todo lo digital, en el que muchas cosas han cambiado y (temo) son el prólogo de lo que puede venir. Un año en el que el podcast argentino tiene hitos fabulosos (Premio Gabo para el Dios Punk) y también reveses importantes (desfinanciamientos de Spotify y Podimo), se va cerrando con este lanzamiento de Intoxicado: el caso de Pity Álvarez que nos pone en otro lugar como escena. Necesitamos más historias contadas así, necesitamos que el periodismo argentino entienda que de esta manera se pueden investigar y narrar historias en audio. En 2020 se me ocurrió decir que Fugas había levantado la vara, por ser la primera experiencia narrativa de no-ficción de tal calidad de realización. Hoy Fugas sigue en su nivel, con otros podcasts top de la región, y Anfibia Podcast vuelve a marcar un hito: uno que les despega, creo también, del tono y estilo de su casa matriz. Estas historias son diferentes, tienen otro enfoque (pienso también en Basta Chicos), otro recorrido, se paran en un lugar que no es el de la revista.
De ninguna manera se le puede cargar la mochila de una industria incipiente a una sola producción, y por suerte este podcast no está solo (el festival en Rosario a modo de ejemplo), pero quizás sirva de faro para el periodismo local que no termina de entender qué es el podcast: sirve para contar historias reales con voces, con sonidos y música, con guiones y tonos, con escenas y tensiones. No sé si le tocarán premios a Intoxicado: el caso de Pity Álvarez, ojalá logre abrir ojos y oídos.
Hace unos días leía a uno de los integrantes de la producción reírse en Twitter: habían trabajado, pensado y repensado un título para que este termine siendo "el podcast del Pity". Y esa apropiación, ese gesto de amistad, esa forma de decirle es lo mejor que le puede pasar a un podcast.
Escuchar: Spotify
👆En cada (🎵) arriba, está la canción correspondiente.
👉Tras escuchar el podcast me puse a reescuchar la obra musical del Pity, desde el primer disco de Viejas Locas a El exilio de las especies de Intoxicados. Te dejo una playlist que armé: sirve para conocer su música si no sabés quién es y si te gusta lo que hacía es alto viaje. Se puede escuchar y seguir por acá.
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