Segunda entrega de este espacio de reseñas de ficciones sonoras a cargo de Lucy Morán. Se pueden leer todas en esta sección de la web. En esta ocasión, le tocó el turno a Mala Praxis (Podium Podcast, 2023):
Reflexiones previas
El renacer de las ficciones sonoras ha generado espacio para la creatividad y las benditas locuras. Por desgracia, la creatividad suele dejar paso a la estandarización para rentabilizar esfuerzos económicos y ese momento puede llegar poco a poco, como las barquitas de los pescadores dejando el pescado en cestos en la playa… o puede llegar de golpe como los buques pesqueros. En las ficciones sonoras, para potenciarlas ha sido necesario el desembarco de las grandes plataformas y productoras –dinero, dinero, dinero–. Este desembarco ha tenido cosas positivas y algunas negativas. En positivo podríamos decir que el diseño sonoro no solo sale reforzado, sino en auge. Se está viendo un potencial creativo que por fortuna, terminará –ojalá– inundando el resto de productos de audio. En negativo están siendo, al gusto de quien suscribe estas líneas, las actuaciones. Arrancaron las grandes producciones de Podium Podcast con unas actuaciones sobresalientes y por desgracia, ahora van desapareciendo y tiene un efecto contagio en el resto de las ficciones sonoras.
Al lío: Mala Praxis
En la anterior columna hablé sobre Blum diciendo que no hacen falta grandes ruidos ni persecuciones para hacer una ficción sonora que emocione y enganche. Mala Praxis parte de esa premisa, sumándole que está basado en historias reales de personas que se dejan la piel por salvarnos la vida: el personal sanitario. La idea sonaba bien, pero la ejecución no lo ha sido tanto.
La estructura de la trama es correcta pero no genera interés en ver qué está ocurriendo: los más de 50 minutos por episodio se hacen muy largos. Mención aparte para el abuso del narrador...
Y ahora entenderéis el porqué de mi reflexión previa: Las actuaciones están carentes de realismo, en general, casi todas suenan sobreactuadas. A veces es perceptible el sonido a locución en vez de la actuación, sobre todo en las narraciones. Rescato el trabajo de Laura Manzanedo, quien podría haberlo hecho mejor si no fuera porque los diálogos pecan de artificialidad. Un guión así puede llevar a una mala actuación y como mencioné en la anterior reseña, es también problema de quien dirige la ficción, tanto por la dirección de actores como por la supervisión del texto.
El diseño sonoro no desentona pero tampoco aporta. Es poco inmersivo. En algunos momentos no nos ubicamos en el espacio donde están –¿no tendríamos que escuchar las voces con unos matices diferentes si los personajes están en una habitación o en la calle?–. Todos los efectos que usan para la ambientación suenan casi en primer plano. Me deja un regusto a oportunidad perdida.
Vamos terminando...
Confieso que a Podium Podcast le pido más. Mucho más. Son los mejores y me han hecho disfrutar como nadie… pero en las anteriores producciones ya podíamos empezar a percibir esa estandarización en las actuaciones y aquí es más palpable en un sentido negativo. Además, el guión no está a la altura de lo que nos tenían acostumbrados, el diseño sonoro aporta poco... Resumiendo: no puedo evitar decir que me ha sorprendido de manera muy negativa esta ficción sonora. Tiro errado. Una pena.
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