Por Dani Aramayo Un buen guion necesita claridad. Y esa claridad empieza con una simple oración: el logline . El logline es el concepto de tu historia. En solo 45 palabras (o menos), tiene que contar de qué va tu ficción. Parece fácil, pero hacerlo bien es todo un arte (y si no podés resumir tu historia en una línea, tal vez no la tenés del todo clara). Un buen logline tiene cuatro elementos clave: 1. Protagonista: No hace falta darle nombre todavía. Describilo por lo que es o lo que hace. 2. Detonante: ¿Qué pasa para que arranque la historia? Ese evento que lo cambia todo. 3. Objetivo: ¿Qué busca el protagonista? ¿Qué tiene que hacer para solucionar el conflicto? 4. Adversidad: Lo que se interpone en su camino. Pueden ser personas, circunstancias o incluso sus propios miedos. En estructura, tu logline podría quedar algo así: Cuando [Detonante], [Protagonista] debe [Objetivo], antes que [Adversidad]. Aclaración: los elementos pueden estar en ese orden u otro. Te dejo un ejemplo de...